prensa


Diario La nación 
sección espectáculos

"Dos procesos creativos diferentes, aunque en ambos el movimiento se mixturó con dispositivos tecnológicos y un mundo sonoro de extrema singularidad, dieron forma al programa que en el Festival Rojas Danza 2011 compartieron las coreógrafas y directoras Quio Binetti y Carina Bustamante.

La primera presentó Los incorporales , dispositivo de improvisación escénica. La intensidad de la música de Fernando Kabusaki, sumada al dispositivo lumínico de Christian Gadea y José Binetti, resultaron los marcos ideales para el desarrollo del trabajo minimalista que propusieron las bailarinas Quio Binetti, Florencia Gleizer y Vanina Goldstein. Pequeños movimientos fueron adquiriendo cierta intensidad, mientras la luz posibilitaba que ellos se resaltaran y adquirieran trascendencia. El cuerpo dejándose atravesar por elementos muy significativos (sonidos y luz), en un descubrimiento de pequeñas formas corporales que fueron ampliándose a través de cada solo de las intérpretes.
La investigación es muy atractiva, hay una continua construcción de imágenes que resulta potente, aunque cierta formalidad la domina aún. Algo del interior de las bailarinas no logra aflorar con la fuerza necesaria, dejando que lo tecnológico ocupe un espacio más dominante...."


Carlos Pacheco, Diario La Nacion, Buenos Aires 7/7/2011



Revista danza net 
seccion danza y comunicacion


No ser Obra: ser momento, ser danza
Escrito por Belara Michán   

¿El próximo instante está hecho por mí? ¿O se hace solo?
 Lo hacemos juntos con la respiración.
 Y con una desenvoltura de torero en la arena

Clarice Lispector

inc 


A lo largo de la historia, la danza fue pensada como la combinación de tiempo, espacio y energía. Mientras que la tradición del ballet focaliza en los primeros dos elementos, otras alternativas -como el butoh, por ejemplo- se centran en el tercero. Podemos pensar a Los incorporales tomando esta definición, ya que conforma una interacción sociable y voluntaria de tiempo, espacio y energía; así también de los distintos lenguajes que la crean: movimiento, instalaciones lumínicas, música en vivo. La negación a hacer una obra fija, donde las relaciones entre los recursos estén coordinadas de antemano, es un desafío, una decisión, e implica entender la danza como la  experiencia de lo irrepetible. 
Dice su creadora, Quio Binetti, que uno de sus objetivos es no hacer de Los Incorporales una Obra (es decir, donde todo esté coreografiado) sino mantener el trabajo en un estado previo: “Resulta más interesante la potencia de algo que está por ser y todavía no es, un estado de acumulación primitiva que no termina de instituirse en una forma estable”. De hecho, todos los artistas de este dispositivo de improvisación escénica,  se propusieron jugar con el material en cada función, redefiniendo a la danza como un acontecimiento singular e inasible. Justamente, una de las preguntas de las que partieron fue: “¿Dónde se sitúa el acontecimiento?”. Si bien lugar y tiempo están pautados (sala Norah Borges, 40 minutos), el espacio  se crea a través del movimiento, según el foco, y color de las luces del día. Los movimientos de estas profesionales bailarinas e improvisadoras, no podrían estar planificados antes de encontrarse en ese tiempo y aquel -siempre nuevo- espacio lumínico y colorido aunque, por momentos las luces no se enfoquen puntualmente en ellas. Dice Quio al respecto: “para cada uno de los que estamos improvisando, es muy importante saber que el acontecimiento se produce en el encuentro incorporal de los lenguajes. No depende del talento de cada uno por separado, sino de lo que se produce en ese choque”. 
En esta propuesta de no estabilizar la improvisación, los hacedores de esta obra no solo van investigando sus recursos, sino también la disposición espacial del público. Las primeras funciones colocaron a los espectadores alrededor de la escena, y en las últimas, de frente. Resulta interesante pensar que esta creación, si bien se estrenó en el RojasDanza, ahora esté en la sala Norah Borges. Un lugar no convencional para una obra menos convencional todavía. Los incorporales es una experiencia para que, probablemente de forma muy placentera, atraviesen todos los sentidos. 
¿Dónde?: CCBorges (Viamonte esquina San Martín)
¿Cuándo?: última función sábado 29 de octubre! 20:30 hs
¿Cuánto?: $35 y $30 para estudiantes y jubilados. 
¿Quiénes? Quío Binetti , Christian Gadea, José Binetti, Florencia Gleizer , Vanina Goldstein , Fernando Kabusacki, Gomez, Diego Lozano, Gabi Sternberg,Paola Delgado, Natalia Palau.



Revista siamesa
sección danza
www.revistasiamesa.com.ar 

El triálogo de las artes

Por Guido E. Maltz


Si pudiera decirlo, no tendría que bailarlo.

En el principio, el mundo que se exhibe frente a nosotros es el reino de la oscuridad. Ni cosmos, ni caos, ni nada. Sólo tinieblas. De pronto, en un lejano rincón, un tenue destello verde nos da la bienvenida a un universo desconocido. Nebuloso en el comienzo, el ambiente sonoro empieza a formarse. Como un cauteloso pulpo, el sonido se arremolina en sí mismo y espera; queda cautivado por el extraño brillo. Tres difusos cuerpos se agolpan a su alrededor; buscan su luz, su calor, su vida. Existen por él, y él resplandece para ellos. La luz se intensifica. Los cuerpos se definen como figuras femeninas; el brillo se vuelve una gruesa barra brillante. Ellas se contornean en torno al verde resplandor; lo contemplan, lo viven y se alimentan de él, pero también lo nutren, como también nutren y se alimentan del clima musical que nos da indicios de la tormenta expresiva que se avecina... 

Revista Siamesa estuvo en la inauguración de Los incorporales; dispositivo de improvisación escénica. El debut tuvo lugar el lunes 4 de julio en la sala Batato Barea del Centro Cultural Rojas, en el marco del festival de danza organizado por dicha institución. Esta propuesta apunta a la experimentación a través de la combinatoria de efectos lumínicos, espontaneidad musical e improvisación en danza.

Los incorporales es una obra de danza cuya idea y dirección está a cargo de Quio Binetti, quien es también una de las bailarinas de la presentación. La directora misma defina a esta creación colectiva donde confluyen múltiples modos de expresión: "Lejos de la abstracción o lo etéreo, lo incorporal alude a aquello que lo simbólico aspira al cuerpo. En las sobras de los discursos, que tienen cuerpo, cabeza y cola, intentamos ubicar el sitio de lo incorporal, lo que no tiene ni pies ni cabeza, y sin embargo baila".

El equipo de bailarinas está conformado por la directora, Florencia Gleizer y Vanina Goldstein. Cada una de ellas tiene su propio estilo, su manera particular de decir -de bailar- las cosas. Interactúan con el aparato lumínico que las rodea -una suerte de collar luminoso que ocupa casi todo el escenario-; entran y salen de él, esquivan unas luces y buscan otras, al tiempo que se resguardan de la oscuridad. Sus movimientos en el espacio -a veces sutiles, por momento violentos, siempre elegantes- definen el ambiente sonoro y lumínico, pero también son influenciados por él.

 


También en el ámbito de lo visual encontramos al dispositivo de luces, a cargo de Christian Gadea y José Binetti. Si bien los tres ejes de la presentación son igualmente importantes, tal vez el juego de luces sea el más espectacular, al menos en cuanto a su interacción con los otros componentes. Las diferentes tonalidades, intensidades y vibraciones de los colores dan como resultado un amplio abanico de efectos que va desde el cambio de temperatura visual de la escena, pasando por una estética tipo comic de cuerpos a contraluz, hasta una luz estroboscópica que ralentiza la acción, magnifica las sombras de las bailarinas y nos crea la ilusión de presenciar un film mudo.

Más allá de los cuerpos danzantes y los colores eléctricos, la música introduce tanto a intérpretes como a espectadores dentro de un dinámico microcosmos en permanente ebullición. El clima sonoro es obra del reconocido Fernando Kabusacki, quien en esta oportunidad nos subyuga con un océano de sensasiones acústicas que van desde la más calma y armónica melodía, hasta las más oscuras y atronadoras profundidades del crudo ruido. El pentagrama de Kabusacki está en los cuerpos de las bailarinas y el aparato de luces; sus instrumentos son su guitarra y su computadora portátil, con la que alcanza notas impensables para un instrumento de cuerdas. Por momentos nos recuerda los últimos discos del grupo King Crimson.

Entre las bailarinas, el juego de luces y la música se desarrolla un vibrante "triálogo", una conversación con tres interlocutores principales. Sus lenguajes son los múltiples modos de expresión y su soporte es el mismo escenario. Pero ¿quién "habla" primero en esta charla multimodal? ¿Es la música la que da vida a la danza? ¿Los tonos de la luz orientan el matiz sonoro? ¿Acaso lo corporal se impone al color de la escena, o al clima musical? Tanto para el espectador como para los mismos intérpretes, tal vez esto sea imposible de descifrar. Si bien no podemos saber bien dónde comienza la interacción, sí tenemos la certeza de dónde culmina: en una única e irrepetible pieza coreográfica.

Tal vez la única observación que podamos hacer acerca de estas múltiples relaciones entre luz, sonido y cuerpos sea el hecho de que podría estar un poco más explotada la interacción entre las bailarinas.



Cada artista tiene su estilo propio dentro de Los incorporales, y es precisamente en la convergencia de los diversos modos expresivos donde reside la mayor riqueza de esta presentación. Ya sea porque rompe con los parámetros convencionales de la narración, o bien porque nos sumerge como espectadores en el suceso artístico propiamente dicho, Los incorporales es, desde todo punto de vista, una obra performática distinta y única en su género. Aunque se presenta a sí misma simplemente como "un dispositivo de improvisación escénica", seguramente esta definición no sea suficiente para entenderla. Quizás la única forma de aproximarse a ella sea experimentarla en carne propia.

Ficha técnico-artística:
Título: Los incorporales; dispositivo de improvisación escénica.

Bailarinas: Quio Binetti, Florencia Gleizer y Vanina Goldstein.
Dispositivo lumínico: Christian Gadea y José Binetti.
Música en vivo: Fernando Kabusacki.
Asistencia creativa: Diego Lozano.
Asistencia técnica: José Binetti.
Diseño: Gabriela Sternberg.
Imagen: Sebastián Ortega.
Diseño en pelos: Prana.
Fotos: Natalia Palau.
Idea y dirección: Quio Binetti.
Agradecimientos: Procesos creativos, danza en espacios, Centro Cutltural Rojas y Alejandro Cervera.

Enlaces de interés:
Blog oficial de Los incorporales (incluye fechas de próximas presentaciones, imágenes, currículums, proceso creativo, etc.): http://www.losincorporales.blogspot.com/
Centro Cultural Rojas: http://www.rojas.uba.ar/






DANZA › EMPIEZA HOY LA SEGUNDA EDICION DEL FESTIVAL ROJASDANZA

La diversidad en movimiento

Durante quince días, el público podrá disfrutar de estrenos, reposiciones, improvisaciones, cruces de lenguajes, un ciclo de cine y una serie de charlas y conferencias. “Confluyen generaciones y miradas distintas”, adelanta el coordinador Alejandro Cervera.

 Por Carolina Prieto
Desde hoy y durante quince días, el Centro Cultural Ricardo Rojas llevará a cabo la segunda edición del RojasDanza, un encuentro para disfrutar de la diversidad de esta disciplina a través de estrenos, reposiciones, improvisaciones, danza al aire libre, cruces de lenguajes, un ciclo de cine y una serie de charlas y conferencias. Dos semanas a pura danza para ver, sentir y reflexionar de la mano de creadores de distintas generaciones, desde consagrados y con reconocimiento internacional hasta noveles. Alejandro Cervera, coordinador del Area de Danza del Rojas, está muy contento: es que este evento bienal debía realizarse el año pasado, pero no se pudo hacer y finalmente llegó el turno. Valió la pena la espera, ya que la oferta creció en relación a la primera edición, se diversificó y abarca más espacios del centro ubicado en Corrientes 2038. “Es un festival más amplio, con creadores de muchísima experiencia y otros más jóvenes, con más estrenos que reposiciones, además de películas, charlas, maratones de danza, una sección de tango y hasta artistas de Rosario y de Córdoba. Confluyen generaciones y miradas distintas, queremos mostrar muchas alternativas estéticas. Para el Rojas es un esfuerzo enorme realizar esta movida”, comentó el coreógrafo a Página/12.
Los artistas convocados se mostraban entusiasmados en la presentación del festival. Por empezar, Oscar Araiz, que recibirá el 11 de julio a las 19 un diploma honorífico de la Universidad de Buenos Ares, y presentará en el Auditorio Abuelas de Plaza de Mayo Numen, un espectáculo que hizo con el Ballet Contemporáneo del San Martín hace más de veinte años y que podrá verse los días 7, 8, 14 y 15 a las 22. “La pluralidad de experiencias y de miradas nos hace bien a todos. Tener un espacio para convivir y enriquecerse como éste es para celebrar”, aseguró el director, que para la reposición de la obra convocó a intérpretes del elenco original junto a otros nuevos. “Numen no es un tratado de filosofía, pero habla de la realidad que nos abruma y nos oprime y cómo seguir adelante a pesar de esas limitaciones”, anticipó el artista. Otras de las figuras destacadas son Carlos Casella y Gustavo Lesgart, que estrenarán Eclipse el 6, 7, 12 y 13 a las 21 en la sala Batato Barea, un dueto sobre el reencuentro de dos personas que se conocen desde hace más de veinte años y trabajaron juntos en distintos proyectos artísticos. “En la obra hay superposición de recuerdos, de cuerpos, por eso la idea del eclipse, de dos cuerpos que se interponen y generan una luz nueva aunque sea por un momento fugaz”, adelanta Lesgart sobre la pieza que tendrá música original de Diego Vainer. Otra de las novedades es El suicidio de Madame B, una performance de tres bailarinas inspirada en la novela Madame Bovary, de Flaubert. “Como Ema en su intento de escapar de la realidad cotidiana y vivir otra vida, acá intentamos concretar algunas fantasías”, desliza Silvina Grinberg, que bailará junto a Nora Moreno y Vicky Carzoglio el 8 y 11 de julio a las 21 en la Batato Barea, con una banda sonora que incluye desde Marilyn Manson, PJ Harvey y White Stripes pasando por Schubert y Verdi.
Con música en vivo de Fernando Kabusaki se presentará también Los incorporales. Dispositivo escénico de improvisación, un encuentro espontáneo entre tres bailarinas y un tratamiento particular de la luz creado y dirigido por Quio Binetti, bailarina y coreógrafa convertida en un referente de la Danza Butoh local. La cita es el 4 y 5 de julio a las 21 en la Batato Barea. Para los amantes de las alturas llega Plano móvil (hoy y mañana a las 22 y el 3 a las 20 en la sala Cancha), un trabajo que se desarrollará en tres niveles: el piso, la pared y sobre trapecios, ideado por Yamila Uzorkis, bailarina y acróbata de importantes compañías de circo como La Trup, de Gerardo Hochman, Acróbatas en el aire y la alemana Sinnflut. “La idea es habitar esos diferentes espacios combinando movimientos de distintos lenguajes, usar elementos de circo en tanto objetos visuales y estéticos y convertir la escena en una instalación”, asegura la creadora, formada en circo, danza y artes visuales. Para espiar lo más nuevo se podrá ver Catálogo (el 12, 13 y 14 a las 22 en la sala Biblioteca), la ópera prima de Gabriela Gobbi, una joven bailarina que con esta creación se gradúa como coreógrafa en el IUNA. “Agradezco al Rojas la posibilidad de mostrar mi primer trabajo, de experimentar. La obra mezcla palabras y cuerpos y expone al cuerpo como un muestrario de posibilidades”, anuncia.
Y como en la danza porteña el tango ocupa un lugar esencial, Cervera no quiso descuidar esta expresión, y para ello convocó a una serie de parejas destacadas de las milongas locales. “Cada una bailará un tango en su estilo tan particular. Son únicos e irrepetibles en su forma de bailar”, dice sobre Milongueros (el 5, 6 y 7 a las 20 en la sala Cancha). El menú se completa con las actuaciones de la Compañía de Danza del IUNA, dirigida por Roxana Grisntein; del UBAllet, con un programa de folclore y tango; maratones de técnicas como contact y freestyle; un espectáculo callejero titulado Lucas, por la compañía Manifiesto; y dos propuestas venidas del interior del país. Estas son ¡Oh! Imperfecta, una serie de siete obras breves creadas por la rosarina Paula Manaker que recorre distintos estados emocionales combinando danza con dibujo, fotografía, video y música en escena. Y desde Córdoba, Carina Bustamante mostrará Seguí en acción, un tributo al artista plástico Antonio Seguí que une danza, música y video. Sus típicos hombrecitos de traje aparecerán en esta obra que cruza distintos soportes y hasta incluye grabaciones originales del pintor cedidas por sus hijos.
La programación completa está disponible en www.rojas.uba.ar